Si el premier no hubiera pedido la cuestión de confianza.
Si el Congreso no hubiera anunciado la censura.
Si la ministra hubiera renunciado.
Si el presidente no se hubiera reunido con los maestros.
Si la huelga hubiera terminado antes.
Si el sindicato no hubiera estado dividido.
Si hubiera alcanzado para subir los sueldos.
Si no se hubieran caído los grandes proyectos de inversión.
Si el contralor no hubiera grabado la reunión.
Si la viceministra no hubiera firmado la adenda.
Si el consorcio hubiera cumplido con el contrato a tiempo.
Si la licitación hubiera sido limpia.
Si se hubiera luchado contra los contratos arreglados.
Si los presidentes y los congresistas no le debieran sus puestos a la madre de las licitaciones fraudulentas.
Si hubiéramos elegido mejor.
Este es un ejercicio hipotético. No es el único hilo causal, pero es el más completo que he podido armar antes de desayunar. Hay una cadena posible relacionada con el indulto. Otra con la frivolidad y ausencia. Está la desintegración interna de las bancadas.